Técnica de Fricción
Esta técnica de masaje profundo se aplica en las articulaciones, los tendones, las fascias y los ligamentos, también en áreas localizadas de nudos o tejido cicatrizado. Esta maniobra consiste en la movilización de los planos superficiales de la piel sobre planos más profundos y se puede combinar con compresiones. El área a trabajar será tan amplia como la laxitud del tejido celular subcutáneo lo permita y el paciente lo tolere.
El movimiento de las fricciones suelen ser transversal a la dirección de las fibras musculares y su aplicación será de treinta segundos a cinco minutos. Los movimientos que la caracterizan son los circulares y los elípticos, así como los breves y precisos.
Se necesita gran sensibilidad al emplear la fricción, nunca lo realice muy profundo o muy rápido o permanezca mucho tiempo en un área, ya que puede provocar dolor y moretones.
Empleo
- Fricción de pulgar: utilizando únicamente su pulgar, presione las yemas de sus pulgares hacia los músculos y, lentamente friccione con movimientos circulares o transversos.
- Fricción de dedos: con las yemas de sus dedos, ponga una mano sobre la otra, esto le ayudará a sus dedos a guiar y a aumentar la presión.
- Fricción de codo: con una presión controlada en el codo, coloque su codo en el espacio que hay entre su pulgar y dedo índice y friccione. Procure no emplear demasiada presión o fricción sobre el hueso.
Acción fisiológica
- Provoca una excitación en los receptores de los vasos sanguíneos y los tejidos.
- Las materias residuales se eliminan más rápidamente.
- Acelera la absorción de edemas.
- Aumenta la amplitud de los movimientos en las articulaciones y su solidez.
- Actúa como medio analgésico en caso de lesiones o de otras enfermedades.
- Libera la tensión muscular y afloja la rigidez.