Técnica de roce o deslizamiento
Es la principal maniobra entre las técnicas de masaje, le permite al masajista aplicar el aceite y calentar los músculos e identificar áreas de tensión mientras el receptor se adapta a sus movimientos, además brinda un descanso rápido y quita tensiones emocionales. Es la maniobra introductoria a cualquier sesión y por ello se le conoce como “maniobra inicial” o “toma de contacto”; así mismo se emplea para finalizar el masaje.
Esta maniobra se divide en:
- Roce superficial: también conocido como effleurage, consiste en rozar o deslizar la mano suavemente sobre la piel sin producir deslizamiento de los tejidos subyacentes. La característica que distingue a esta técnica es que se aplica siguiendo la dirección de las fibras musculares. Los movimientos ligeros se aplican con las yemas de los dedos o las palmas de las manos.
- Roce profundo: consiste en rozar o deslizar la mano ejerciendo una ligera presión para alcanzar los tejidos profundos (músculos, sistema vascular, fascias, etc.).
Un elemento importante a la hora de aplicar un roce es su ritmo que será lento y uniforme, dejando los ritmos rápidos solo para conseguir efectos de calentamiento superficial.
Acción fisiológica
- Se eliminan mecánicamente las células muertas de la epidermis.
- El effleurage estimula la circulación, limpia el sistema linfático y ayuda a la eliminación de toxinas.
- Mejora la elasticidad y flexibilidad de la piel.
- Aumenta el número de eritrocitos y trombocitos.
- Elimina la tensión del sistema nervioso y actúa como anestésico.
- La energía se distribuye por igual a todo el cuerpo del paciente.